La adolescencia que puede incluir al adulto joven es una de las etapas de la vida en la que se presenta una mayor prevalencia de afecciones bucodentales, hay necesidades especiales debido a que con la pubertad se producen cambios psicológicos, hormonales, de estilo de vida, de hábitos, sociales,… que facilitan la aparición de gingivitis, caries y traumatismos.
En esta etapa su horario se completa con múltiples actividades escolares, extraescolares y sociales, comienzan a demandar más independencia, con lo que se comparte menos tiempo, viven una época de mayor rebeldía, perdiéndose el control que se tenía sobre ellos, lo que provoca desordenes en su estilo de vida dieta.
Las medidas de prevención e higiene de la infancia se relajan además de poder aparecer hábitos como el tabaco y alcohol.
Los padres comienzan a compartir menos comidas con sus hijos.
Los jóvenes suelen adoptar una alimentación menos protectora (como ejemplo disminuye el consumo de agua y leche) y van menos al dentista.
Como resultado, aumenta el riesgo de que se presenten caries.
Lo aconsejable es informar sobre el riesgo que implican los dulces y bebidas azucaradas (refrescos, zumos, batidos,…) cuando su consumo no va seguido del correcto cuidado de sus dientes.
En la pubertad se puede producir un incremento de la inflamación de las encías, una gingivitis con enrojecimiento y el sangrado de las encías.
Problemas dentales más frecuentes en los adolescentes
Para evitar algunos de estas afecciones, conviene recordar que es fundamental seguir una higiene oral completa, cepillándose los dientes tres veces al día, y acudir al dentista al menos una vez al año para que revise la salud bucal y evitar que un futuro surjan complicaciones.